Me enorgullece ser la primera mujer en asumir la Presidencia del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador.
Como líder del máximo organismo de justicia electoral, me siento complacida de garantizar a los salvadoreños procesos democráticos confiables que han sido reconocidos a nivel nacional e internacional.
Con mucha responsabilidad he asumido nuevos retos: seguir apoyando la modernización de la institución y trabajar por elevar los niveles de participación y credibilidad del Tribunal Supremo Electoral.